HIMNO
Himno a Talita Kumi
Niña, levántate. A ti te digo Talita Kumi.
Niña, levántate. Todos me dicen que estás perdida, igual dirían que muerta estás y me piden que no insista, que de tu infierno nunca saldrá. Pero yo creo en ti.
Niña, levántate. A ti te digo Talita Kumi.
En el destierro de frío asfalto, tu pobre venta pretexto es para que adultos compren tu cuerpo, y si no quieres, te abusarán. Pero yo te doy mi mano.
Niña, levántate. A ti te digo Talita Kumi.
Tus manos tiernas ya son tan duras, porque arranchando ganas tu pan. Tu cara joven parece adulta. Cuántos desprecios te nublarán. Pero yo soy tu hermana.
Niña, levántate. A ti te digo Talita Kumi.
Estás dormida, sueñas despierta en tu sopor de solución y nadie quiere despertarte, pues tienen miedo a tu rebelión. Hoy mi voz te despierta.
Niña, levántate. A ti te digo Talita Kumi.
A tu pobreza y necesidades, este sistema ya respondió con una casa llena de rejas y con programas de reflexión. Pero eso no es lo justo.
Niña, levántate. A ti te digo Talita Kumi.
Entra en tu casa, ven a tu mesa, que la esperanza servida está. Un mundo nuevo construiremos de paz, justicia y fraternidad. Ven aquí está tu hogar.
Niña, levántate. A tí te digo Talita Kumi. Niña, levántate. Niña, levántate. Niña, levántate.
Romelia Nájera, en las calles de Quito
Julio – Agosto de 1990